Vistas de página la semana pasada

sábado, 16 de febrero de 2013


BEAS Y TRIGUEROS

Todo empezó en diciembre de 1342, cuando el rey Alfonso XI concedió a Juan de la Cerda, bajo privilegio rodado que se conserva en el Archivo del Ducado de Medina Sidonia, las aldeas de Beas y Trigueros,  pertenecientes al Condado de Niebla.
Juan de la Cerda era Infante de Castilla, Señor de Gibraleón, de Huelva, de Manzanares y de Deza. Sus padres fueron Alfonso de la Cerda y Mahalda de Narbona. Estaba casado con Maria de Portugal, hija del rey Dinis del País vecino.
Cuando falleció el Infante de Castilla, en la lectura de su última voluntad  una de las cláusulas decía:
“ Y para cumplir y pagar este mi testamento, como yo lo ordeno, hago mis albaceas y ejecutores de mi testamento a Gonzalo García de Gallegos, a fray Juan, mi confesor y a Juan Sánches d’Alcoas, mi vasallo, y apodéroslos en todos mis bienes muebles. Y mando que los vendan a cualquiera que mas dieren por ellos..Otrosí, que vendan a Trigueros y a Beas a quien mas diere por ellos, que sea natural del reino….”
Los albaceas se pusieron inmediatamente a la tarea de efectuar esa venta y pensaron que a quien mejor que al Condado de Niebla, a la que estos lugares habían pertenecido anteriormente
La oferta fue aceptada por el Concejo del Condado de Niebla y solicitada la oportuna autorización de la Corona, quién también la aceptó, fijándose el precio de la venta en cien mil maravedíes, de los cuales el rey hizo merced de la mitad, o sea cincuenta mil, quedando el resto a cargo del citado Concejo.
El 27 de mayo de 1346, y ante el escribano publico de Niebla, Pero Simón y en presencia del Concejo de Niebla, actuando como testigos García Fernández de Pinna, Sancho López Diacastillo, canónigo de Segorbe y Gonzalo Ruiz de Alcalá, que habían sido designados por Maria de Portugal para recibir el importe, fue otorgada la correspondiente carta de pago, que además fue suscrita por los albaceas testamentarios, Gonzalo García de Gallegos y Juan Sánches d’Alcoas.
Y ésta es la historia de cómo Beas y Trigueros, pasaron de nuevo a pertenecer al Condado de Niebla.
                                    Ángel  Custodio Rebollo

No hay comentarios:

Publicar un comentario