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lunes, 14 de abril de 2014

La biblioteca del Obispo
Hasta no hace mucho tiempo, el porcentaje de los que no sabían leer y ni escribir en cada población era muy alto. Afortunadamente eso ha cambiado  totalmente y ahora es casi imperceptible pues la nueva generación lo ha desterrado. Totalmente.
Por eso, cuando Don Manuel Azamor y Ramirez, llegó a América del Sur,  allá por el año 1788, para cubrir la vacante del episcopado de Buenos Aires siendo portador de una importante biblioteca personal, ésto fue muy comentado en todos los ámbitos porteños.
Don Manuel Azamor había nacido el 22 de octubre de 1733 en Villablanca, en la provincia de Huelva, y era hijo  de Domingo Lorenzo Azamor y de Sebastiana Diaz Ramirez, de una importante familia del marquesado de Ayamonte...
Fue ordenado sacerdote en 1768. Pasó por importantes cargos en la iglesia de Sevilla; canónigo, abogado de la Real Audiencia, catedrático de leyes de la Universidad  y al final destinado a Cádiz como tesorero de su Catedral, hasta que en octubre de 1786 fue elegido por el rey Carlos III para  ocupar la Diócesis de Buenos Aires, lo que aprobó la Santa Sede el 27 de junio de 1785.
Consagrado Obispo en Cádiz el 15 de octubre de 1586. A su llegada a Buenos Aires, se alojó en el local del Seminario (temporalmente por encontrarse la sede episcopal en estado ruinoso), y allí continuó hasta el fin de sus días.
Se encontró con muchos y diversos problemas en su diócesis y emprendió su trabajo para solucionarlos. Solventó el conflicto del monasterio de las tres monjas Capuchinas rebeldes  que venía desde el anterior  Obispo. Puso en orden las finanzas de la diócesis y fijo las cantidades de dinero que debía recibir cada cura anualmente. Emprendió obras en la Catedral de Buenos Aires  y en 1791 inauguró la parte interior.
Aportó a la ciudad su biblioteca  personal, que en el momento de su muerte ascendía a 1.069  títulos  y que fue la base de la Biblioteca Nacional de Argentina. Aún hoy, se conservan la mayoría de estos libros en una sala privilegiada de la biblioteca,  que conservan anotaciones y firmas de puño y letra de Don Manuel Azamor.
Desde 1793 su estado de salud era muy precario, pero en 1795, se sintió muy enfermo en una visita pastoral a su extensa diócesis  y falleció el 2 de octubre de aquel año. Fue sepultado en la Catedral Metropolitana,
                                   Ángel Custodio Rebollo

Publicado en Huelva Buenas Noticias el 14 de abril de 2014

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